Síntesis de la programación didáctica en la nueva FP dual
La reciente transformación de la Formación Profesional (FP) en España no es un simple cambio de normativa; es un cambio tectónico que redefine lo que significa ser docente en estas etapas. En mis visitas a centros y en el análisis de la documentación pedagógica, observo a menudo una tensión entre la necesidad de cumplir con la administración y la realidad vibrante del aula y los talleres. Sin embargo, la programación didáctica, lejos de ser un mero trámite administrativo, se erige hoy más que nunca como la herramienta estratégica fundamental para navegar esta complejidad.
En este artículo, descubrirás las claves para adaptar tu programación didáctica a la nueva FP dual, las diferencias normativas entre autonomías y el papel de las plataformas de gestión educativa como Esemtia en la implementación eficaz de estas programaciones.
La programación didáctica en FP: orden para hacer frente a un futuro incierto
La programación didáctica en FP es el documento que usamos para ordenar las acciones pedagógicas necesarias para ejecutar la planificación del centro en un módulo profesional concreto. Dicho de otra forma, es el puente entre los grandes objetivos generales y la realidad del lunes por la mañana en el taller. Debe ser un documento práctico y fácil de usar por el docente.
Para entender la magnitud del cambio, debemos empezar por una distinción semántica necesaria. A menudo usamos «planificar» y «programar» indistintamente, pero la RAE nos ofrece un matiz crucial: planificar es hacer un proyecto general (como el Proyecto Educativo de Centro), mientras que programar es «idear y ordenar las acciones necesarias para realizar ese proyecto».
Como defiendo en mi obra Programaciones didácticas para Formación Profesional (2025) escrita junto a Vicente Sierra y Elio Pérez, la intuición no siempre es buena consejera. Un docente profesional no improvisa; diseña. Sin embargo, aquí reside la gran paradoja: aunque programar reduce la incertidumbre, «al futuro le dan igual tus planes». La realidad del aula de FP, con su diversidad y sus imprevistos técnicos, nos obliga a abandonar la rigidez.
La programación didáctica en el marco de la nueva Ley de FP debe ser un documento flexible que se apoye en la indagación. No es un contrato blindado contra la realidad, sino un prototipo que se revisa y adapta iterativamente. Si la programación no admite cambios cuando el contexto varía, se convierte en un error burocrático que asfixia la práctica docente. Debemos programar para decidir qué hacer y cómo hacerlo, aportando valor real y solidez a nuestra labor.
Legislación autonómica de FP: un auténtico tablero asimétrico
La promulgación de Ley Orgánica 3/2022 y el Real Decreto 659/2023, que generalizan la FP dual en España, ha precipitado un nuevo escenario donde la programación deja de ser una lista de contenidos para convertirse en una matriz tridimensional. Ahora, los docentes deben orquestar Resultados de Aprendizaje (RA), Criterios de Evaluación (CE) y Situaciones de Aprendizaje (SA), todo ello bajo el paraguas de una dualidad que difumina las fronteras entre el centro y la empresa.
Sin embargo, como inspector observo que la velocidad de adaptación varía enormemente según el territorio, generando un paisaje normativo asimétrico, por ejemplo:
Comunidad Valenciana: Hemos apostado por una renovación integral con los Decretos 114/2025 y 117/2025. Aquí, la programación no es una isla; depende jerárquicamente del Proyecto Curricular del Ciclo Formativo (PCCF), que actúa como un «contrato pedagógico» de equipo. La coordinación docente es, por tanto, un imperativo legal.
Galicia: Ha optado por la centralización tecnológica a través de la plataforma PROENS. Allí, la validación normativa es algorítmica: si no cumples con los campos obligatorios (como la concreción metodológica o los indicadores de logro de la práctica docente), la programación no es válida.
País Vasco: Su modelo Ethazi redefine la estructura clásica. La unidad didáctica pierde peso frente a los «Retos» intermodulares, y la programación se centra en competencias transversales y evaluación evolutiva.
Esta diversidad exige al docente un conocimiento preciso de su normativa autonómica, pues lo que en Madrid o Cantabria se concreta mediante instrucciones anuales o decretos específicos, en otras comunidades puede estar regido por resoluciones de direcciones generales.
A título de ejemplo, la tabla siguiente establece una comparativa entre algunas comunidades autónomas:
Mantenimiento de estructura clásica con incorporación de proyecto intermodular.
Tabla 1. Comparativa de enfoques autonómicos en la programación de FP
Recursos y herramientas. La tecnología al servicio de la pedagogía
En este contexto de alta exigencia técnica, el «ecosistema bibliográfico» ha evolucionado. Ya no nos sirven los manuales generalistas de Secundaria. Hay obras recientes que abordan la especialidad de FP, como la mencionada de Nau Llibres (2025): la integración de los grados A, B, C, D y E, y la transición real hacia las Situaciones de Aprendizaje.
Sin embargo, el mayor reto operativo que detecto en los centros es la brecha digital de gestión. Existe una fragmentación extrema entre las herramientas de evaluación diaria y las plataformas oficiales.
Las plataformas públicas como Séneca (Andalucía), Raíces (Madrid) o ITACA 3 (Comunidad Valenciana) son robustas en lo administrativo, pero a menudo rígidas en lo pedagógico. Fueron diseñadas en una época de evaluación presencial y compartimentada. El docente de FP actual se ve a menudo llevando una «doble contabilidad»: evalúa de forma ágil en su cuaderno (o app personal) y luego «traduce» esos datos para la plataforma oficial, perdiendo riqueza informativa por el camino.
Aquí es donde el software especializado juega un rol vital como complemento. Analizando las soluciones del mercado, plataformas como esemtia destacan por haber desarrollado módulos nativos para FP («esemtia | FP»), en lugar de adaptar soluciones de colegio.
Como inspector, valoro tres aspectos críticos en estas herramientas de gestión avanzada que facilitan el cumplimiento normativo y la calidad educativa:
Gestión de la dualidad integral: La nueva ley exige que la empresa sea agente evaluador. Las plataformas públicas a menudo carecen de interfaces para que un tutor de empresa evalúe competencias desde un móvil en la obra o el taller. Herramientas como esemtia permiten conectar centro, alumno y empresa, gestionando la asignación de plazas y la evaluación compartida de forma rigurosa.
Itinerarios personalizados (IFI): La inclusión educativa requiere gestionar adaptaciones curriculares y trayectorias individuales, especialmente en Grados Básicos. Un software que permita gestionar estos itinerarios de forma nativa ahorra horas de burocracia al equipo docente.
Integración con el entorno de aprendizaje (LMS): La evaluación formativa requiere datos. La capacidad de integrar Moodle u otros entornos virtuales directamente en el cuaderno de evaluación (alineando tareas con Criterios de Evaluación) elimina la duplicidad de trabajo y garantiza una evaluación criterial pura.
Manuales operativos para diseñar documentos de planificación educativa y planes de formación en empresa por familias profesionales.
Tabla 2. Recursos destacados para la Programación en FP
Conclusión
La programación didáctica en la nueva FP no es un ejercicio de estilo literario, sino de ingeniería pedagógica. Requiere conocer el «qué» (currículo oficial), dominar el «cómo» (metodología y recursos) y, sobre todo, disponer de herramientas de gestión que nos permitan centrarnos en lo importante: el alumnado. Ya sea a través de un diseño curricular sólido apoyado en bibliografía especializada, o mediante el uso de plataformas tecnológicas como esemtia que automatizan la complejidad de la Dual, el objetivo es siempre el mismo: aportar solidez a nuestra labor y garantizar que la formación profesional siga siendo el motor de oportunidad que nuestra sociedad necesita.
Inspector de Educación • Conselleria de Educación, Cultura, Universidades y Empleo
Raül cuenta con una amplia trayectoria en el ámbito de la Formación Profesional, la didáctica y la organización de centros educativos. Ingeniero de Organización Industrial y Máster en Dirección y Organización de Centros Educativos, ha sido profesor de FP y formador en múltiples instituciones. Autor de varias publicaciones sobre programación por competencias, aporta una visión práctica y fundamentada sobre normativa educativa, liderazgo pedagógico y diseño curricular.
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