Si le preguntamos al alumno por el año de la Primera Guerra Mundial, seguramente sepa la respuesta, pero… ¿Y si le preguntamos por los motivos que desencadenaron la guerra? ¿Sabrían responder de manera natural? Es decir, ¿pensado la respuesta y exponiendo los argumentos sin necesidad de memorizarlos?
A día de hoy, muchos alumnos memorizan los contenidos con el fin de aprobar el examen. ¡La enseñanza debe ir un paso más!
¡Sí! Sabemos memorizar de maravilla, sin embargo, ¿no sería más enriquecedor que el alumno aprenda a pensar de manera efectiva?
Queremos que el alumno aprenda a ser resolutivo, mejore su capacidad de solventar problemas, se enfrente a retos, etc. En consecuencia, es necesario enseñar al alumno a tomar buenas decisiones analizando los pros y los contras de manera crítica.
Por ello, cada vez más centros educativos y familias se están preguntando qué es el Aprendizaje Basado en el Pensamiento (ABP o TBL) y cómo aplicarlo.