Mejora la comunicación
Al crear un clima sano, el estudiante se siente más tranquilo y con confianza a la hora de dar su opinión. Además, al fomentar las relaciones entre los alumnos, se reducen las tensiones en clase, primando un diálogo basado en la tolerancia y el respeto.
Generan confianza, seguridad y fortaleza
La existencia de vínculos afectivos dentro del aula tanto entre docente-alumno y alumno-alumno, favorece el sentido de pertenencia a un grupo, generando una sensación de seguridad, confianza y fortaleza en cada uno de los alumnos.
Fortalecer la autoestima entre ambas partes
Al establecer un proceso de enseñanza-aprendizaje basado en valores como la paz, la tolerancia, el respeto y la escucha activa, se crea un ambiente óptimo que beneficia la autoestima de los alumnos.
Desarrollar destrezas para el futuro
La enseñanza basada en los vínculos afectivos no solo es importante dentro del aula. El alumno mejorará su destreza a la hora de comunicarse, fomentará su pensamiento crítico, será más tolerante con la opinión de terceros… En definitiva, potenciará su inteligencia emocional.
Desarrollo cognitivo de los niños y niñas
La adquisición de conocimientos, unido al desarrollo emocional de los niños y niñas, fomentará el progreso cognitivo de los alumnos. En un clima sano es más fácil que el alumno recuerde los conceptos de los que se hablan en clase, se agilice su pensamiento analítico y mejore su lenguaje, entre otros aspectos.